Insisten las Farc en granjearse más odio de los colombianos, y arriesgan quemar la paz en la puerta del horno. Azotan insolentes a la población civil, precisamente cuando las partes se allanan en La Habana a la decisión trascendental de convocar una comisión de la verdad.
Por: Cristina de la Torre
Comisión que dará voz a las víctimas, auscultará
las entretelas del conflicto e identificará a sus responsables de todos
los bandos. Cuando el propio Pastor Alape anunciaba disposición del
grupo armado a aceptar alguna forma de reclusión si también la
contraparte lo hacía. Cuando arrancaba el desminado a dos manos con el
Ejército, desempolva esa guerrilla su recurso al asesinato, al sabotaje y
el terror contra la gente. Cree lograr así un cese bilateral del fuego.
Pero se engaña. Dejar sin agua y sin energía a departamentos enteros;
derramar crudo sobre sembradíos y fuentes de agua; rematar a tiros al
patrullero David Marmolejo y al coronel Alfredo Ruíz, sublevan a la
opinión, no sólo contra el cese bilateral sino, peor, contra una
eventual refrendación de los acuerdos de paz.