jueves, 19 de enero de 2017

Razón, mito y deseo. Adquirir la lógica –dialéctica- y liberar el placer.



Por: Mauricio Vargas González.


Cuando el mono empezó a transformarse en hombre  mediante el trabajo -La transformación de la materia para satisfacer sus necesidades- empezó este a representarse el mundo. Símbolos y toda clase de hallazgos arqueológicos nos permiten observar como pensaba el hombre en  los albores de nuestra especie: seres fantásticos, magia, relatos imposibles.
El hombre se identificaba con su entorno, con los fenómenos naturales y en general con el universo, se atribuía almas de animales,  de árboles, le asignaba a las cosas la propiedad del sujeto –consciencia, pensamiento, voluntad-. Los procesos naturales como el crecimiento de las plantas eran representados mediante dioses con personalidad y finalidad propia. Era un mundo donde no teníamos el control, los Dioses lo eran todo…